tuberias
restos de la torre de la muralla
Planta del templo
Fuente del templo de la diosa
Vista desde el templo de la diosa
altura de las casas
Fuente del templo de la diosa
Vista desde el templo de la diosa
altura de las casas
Version completa http://www.apocatastasis.com/ Ilíada, de Homero
Canto I*Peste Cólera*
Después de una corta invocación a la divinidad para que cante "la perniciosa ira de Aquiles", nos refiere el poeta que Crises, sacerdote de Apolo, va al campamento aqueo para rescatar a su hija, que había sido hecha cautiva y adjudicada como esclava a Agamenón; éste desprecia al sacerdote, se niega a darle la hija y lo despide con amenazadoras palabras; Apolo, indignado, suscita una terrible peste en el campamento; Aquiles reúne a los guerreros en el ágora por inspiración de la diosa Hera, y, habiendo dicho al adivino Calcante que hablara sin miedo, aunque tuviera que referirse a Agamenón, se sabe por fin que el comportamiento de Agamenón con el sacerdote Crises ha sido la causa del enojo del dios. Esta declaración irrita al rey, que pide que, si ha de devolver la esclava, se le prepare otra recompensa; y Aquiles le responde que ya se la darán cuando tomen Troya. Así, de un modo tan natural, se origina la discordia entre el caudillo supremo del ejército y el héroe más valiente. La riña llega a tal punto que Aquiles desenvaina la espada y habría matado a Agamenón si no se lo hubiese impedido la diosa Atenea; entonces Aquiles insulta a Agamenón, éste se irrita y amenaza a Aquiles con quitarle la esclava Briseida, a pesar de la prudente amonestación que le dirige Néstor; se disuelve el ágora y Agamenón envía a dos heraldos a la tienda de Aquiles que se llevan a Briseide; Ulises y otros griegos se embarcan con Criseida y la devuelven a su padre; y, mientras tanto, Aquiles pide a su madre Tetis que suba al Olimpo a impetre de Zeus que conceda la victoria a los troyanos para que Agamenón comprenda la falta que ha cometido; Tetis cumple el deseo de su hijo, Zeus accede, y este hecho produce una violenta disputa entre Zeus y Hera, a quienes apacigua su hijo Hefesto; la concordia vuelve a reinar en el Olimpo y los dioses celebran un festín espléndido hasta la puesta del sol, en que se recogen en sus palacios.1 Canta, oh diosa, la cólera del Pelida Aquiles; cólera funesta que causó infinitos males a los aqueos y precipitó al Hades muchas almas valerosas de héroes, a quienes hizo presa de perros y pasto de aves cumplíase la voluntad de Zeus desde que se separaron disputando el Atrida, rey de hombres, y el divino Aquiles.
3 comentarios:
Quiero un caballo de Troya para construir el Jardín de Epicuro en los márgenes, no buscando lugares fijos, sedentarios, sino un Jardín nómada. Tus fotos reactivan mi deseo. Gracias por compartir tu mirada.
El ryad, el jardin está en las alfombras, está en los sueños, sueña despierta, alimenta tus deseos y el viaje continúa, sigue,.. eres una viajera... En Troya encontramos a una mujer italiana que con su caravana habia recorrido Turquia y estaba de vuelta a Italia, nos dijo: Quien sabe viajar, sabe vicir. Nos fuimos cantando Venecia sin tí, desatando risas a las espaldas, complicidades en el aire. Sigamos jgando, no dejemos que nos apaguen esas chispas los prejucios, esos no son ajenos.
Digan lo que digan seguiremos cantando, sintiendonos osadas, riendo, y ahondando en lo que nos toca vivir, a nuestro ritmo, ya se avertiginoso, suave,...
El caballo es tuyo.
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